Las mascotas se convierten muchas veces en un integrante más de la familia. Por eso, cuando se enferman no dudan en disponer de los ahorros de toda la vida o hasta en endeudarse con tal de que el animalito se sane. Usualmente este tipo de historias tiene como protagonistas a perros o gatos. Esta vez, el protagonista es un pez.
Todo empezó cuando el dueño de Bubbles (Burbujas) descubrió una masa extraña que comenzaba a crecer en el pez, que ya tenía unos 8 años viviendo con la familia Dare en Australia. De inmediato, Michael Dare buscó ayuda profesional para la mascota.
La veterinaria que condujo la operación, la doctora Ingrid Danyiyk de la Universidad James Cook en Townsville, explicó a los medios que decidieron intervenir quirúrgicamente a Bubbles debido al tamaño del tumor.
“Si los tumores son pequeños no necesitamos cirugía, si son grandes los removemos”, explicó a News.com.au, sobre esta historia que tras su difusión en medios australianos se viralizó en todo el mundo a través de Facebook.
Operando a un pez
Para muchos, operar a un pez puede sonar a ciencia ficción y hasta puede parecer imposible. Sin embargo, la especialista en veterinaria explicó los pasos que permiten extraer el tumor de un pez fuera del agua.
En primer lugar, el pez es anestesiado en el agua. Luego es operado fuera de ella, mientras agua con anestesia pasa por las agallas del animal. Este procedimiento permite que el animal permanezca con vida aún fuera del agua.
“Cuando hemos terminado de operar, ponemos al pez de nuevo en el tanque”, explica la especialista.
¿El costo?
Michael Dare, el dueño de Bubbles y quien descubrió el tumor, explicó que lo que querían era que el pez sobreviviera. Según se informó a los medios, la cirugía le costó aproximadamente unos 300 dólares. Su hijo ama a su mascota, que podría llegar a vivir hasta los 35 años, por lo que el precio para que sobreviviera valía la pena. Cabe precisar que Bubbles originalmente costó originalmente menos de 30 dólares.
La veterinaria explicó que el costo de la intervención podría parecer caro, pero cuando se considera todo lo que va en el tratamiento del animal en la clínica, desde la consulta, equipamiento, enfermeros, anestesia hasta electricidad del negocio ya no es tan caro