No hay mayor tragedia que tener que enterrar a un hijo y cuando lamentablemente ocurre, suele ser una carga casi imposible de soportar para cualquier padre de familia. En el caso de una mujer en Estados Unidos, esta situación fue la más dolorosa que le tocó experimentar pero la repentina pérdida de su hijo significó una nueva oportunidad de vida para un anciano.
Anna Hutt era la madre de Payton, un adolescente de 16 años que fue impactado por un vehículo cuando conducía su motocicleta todo terreno. Lamentablemente el menor no usaba casco al momento de ocurrido el accidente y falleció al poco tiempo a causa de las severas lesiones que sufrió en la cabeza.
Un detalle a mencionar es que Payton acababa de recibir su licencia de conducir unas semanas antes del accidente y durante dicho proceso, había escogido la opción de ser donante de órganos, algo con lo que su madre no estaba de acuerdo; sin embargo, su pensamiento cambió al descubrir lo mucho que su hijo ayudaría a otras personas a futuro.
Precisamente uno de ellos fue Gary Fliny, un sexagenario que necesitaba desesperadamente un nuevo corazón tras ser diagnosticado en 2007 con una severa condición llamada miocardiopatía no isquémica. Siete años después, su estado de salud se agravó drásticamente ya que su corazón solo funcionaba al cuatro por ciento.
Los doctores no estaban seguros si encontrarían un corazón compatible a tiempo y le dieron unos cuantos meses de vida pero apenas seis días después de ser inscrito en la lista de espera de órganos, una enfermera le dio la noticia de que habían encontrado uno: el que le pertenecía a Payton.
Sin perder tiempo, los galenos realizaron rápidamente la cirugía y trasplantaron con éxito el corazón del adolescente en el pecho de Gary, que recibió una segunda oportunidad de vida. Un año después, el anciano le escribió una carta a la madre del joven para agradecerle por el desinteresado gesto de su hijo y entablaron una amistad que perdura hasta la fecha.
Pero en 2017, por motivo del Día de la Madre, los dos pudieron conocerse finalmente en persona y Anna tuvo la oportunidad de escuchar otra vez el latido del corazón de su hijo. El emotivo momento tuvo lugar en un hospital del complejo Nebraska Medicine donde se llevó a cabo la exitosa cirugía.
“Tengo dos cumpleaños ahora”, dijo Gary en declaraciones recogidas por la página So Shared This. “Siempre le digo a la gente que tengo 64 para 18. Mi primer cumpleaños es el 27 de febrero – el día en que nací. El otro cumpleaños es el 23 de mayo – el día que recibí el corazónde Payton. Ese cumpleaños significa mucho más para mí”, agregó.
El corazón de Payton, sin duda, tuvo un gran impacto en la vida de Gary, quien pudo ver el nacimiento de sus primeros dos nietos. Pero su historia no terminó ahí ya que varios de sus órganos terminaron ayudando a otras seis personas que atravesaban una situación similar. Casos como este ejemplifican a la perfección la importancia de la donación de órganos.