Parecía ser el barco perfecto para viajar por todo el mundo, pero en su interior se encontraba un inquietante hallazgo que dejó boquiabiertos a los pescadores que encontraron la embarcación a la deriva en medio del océano filipino, aproximadamente a 65 kilómetros de Barobo. La historia fue publicada en redes sociales y se volvió tendencia.
Christopher Rivas se encontraba pescando junto a un amigo cuando vieron el yate. Fue así que decidieron acercarse al no ver ningún movimiento en cubierta. Ingresaron y notaron que todo estaba revuelto: fotos desparramadas, ropa por el piso y latas de comida por todas partes.
Poco después encontraron un cuerpo momificado que yacía sentado en un escritorio, recostado sobre su brazo derecho. Bastante cerca de él se encontraba un radiotransmisor, lo que hizo suponer que durante sus últimos momentos intentó hacer una llamada de emergencia.
Entonces los pescadores decidieron remolcar el yate de 12 metros a la costa, donde oficiales de la policía iniciaron una investigación.
Se supo que el cuerpo era de Manfred Fritz Bajorat, hombre alemán de 59 años que emprendió hace unos veinte años una vuelta al mundo a vela con su esposa. Lamentablemente, ella falleció a mediados del 2010.
Las fotos que estaban en la embarcación muestran a la familia de Bajorat en tiempos felices. En una imagen se observa a su esposa (que murió de cáncer), a su hija Nina y a un amigo junto a su pareja, disfrutando de un picnic en una mesa de madera al aire libre.
“La autopsia realizada por el laboratorio forense regional ha determinado que la causa de la muerte fue un infarto de miocardio agudo”, dijo a la AFP el portavoz de la policía nacional.
Se estima que en el momento del hallazgo de su cuerpo llevaba muerto más de siete días.